Mira te la pongo súper fácil:
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos” (📖 Romanos 8:28).
En el pasado Post te dije algo muy parecido con algo que me paso, en si a los ojos del mundo nosotros como Cristianos siempre ganamos. Si nos ganamos un auto en una rifa es por que Dios quiso, pero la realidad es que si la situación es que nos robaron el auto, decimos: ok es por que Dios lo permitió, pero está acompañado de un... ¿pero porqué?.
Cada vez que una consecuencia o una cosecha de una mala semilla que en algún momento sembramos llega a nuestra vida, cuestionamos. Entendemos que algo tuvimos que vivir o pasar para llegar a esa situación, más aún así buscamos recriminar o buscar al culpable. Curiosamente e inconscientemente buscamos la manera de no ser nosotros los culpables.
Puede también ser algo completamente circunstancial, algo que no tiene nada que ver con nosotros pero de una u otra manera nos termina causando un efecto negativo o positivo.
Recuerdo una vez que yo no tenía nada que ver con una situación, no tenía ni idea pero curiosamente ante los ojos de alguien yo era el principal culpable, de ahí llego un problema que sin deberla ni tenerla me afectó, así que fui a buscar un espacio con Dios en oración, pero antes de cuestionar: ¿porqué?, me llamaron para avisarme que gracias a eso me había librado de un problemon.
Tengo que decirte algo: Dios no tiene nada que ver con tus problemas o con tus pruebas de la vida, cómo te lo dije antes, son una consecuencia, una mala cosecha o hasta algo circunstancial, peroooo, aún y cuando Dios no lo mando, no va a desperdiciar la oportunidad de mostrarte su infinito amor.
El propósito siempre será exaltar y glorificar al Hijo, así que Dios tomará tu circunstancia para que Jesús sea mostrado en el proceso.
Tú sólo tienes que confiar y trabajar, buscar la directriz correcta y saber que todo, incluso lo que tú no alcanzas a ver bueno, obra para bien. Cómo lo dice el conocido refrán: una puerta de cierra y otra más grande se abre.
En el proceso tu #Ámalo #SóloÁmalo y #ViveEnSantidad
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