En Mateo 26:50 Jesús está en el monte esperando la llegada de su arresto y
“Jesús dijo: —Amigo mío, adelante, haz lo que viniste a hacer. Entonces los otros agarraron a Jesús y lo arrestaron;”
En Mateo 26:50 Jesús está en el monte esperando la llegada de su arresto y
“Jesús dijo: —Amigo mío, adelante, haz lo que viniste a hacer. Entonces los otros agarraron a Jesús y lo arrestaron;”
Le estaba hablando a Judas. ¿Cuántas veces no ha sido Jesús ese amigo para ti?, ¿cuántas veces ÉL no ha sabido exactamente el pecado que ibas a cometer y aún así ÉL se entrego por ti?. Cuando estaba por entrar al proceso de la cruz y cuando estuvo en ella se le fue revelado todo lo que pasarías en este mundo, por eso lloro en él monte, no por otra cosas, no fue miedo, fue por que vio lo que tú ibas a hacer con el regalo de vida que te iba a dar su padre. Cuantas veces no ha sido Jesús ese amigo, que conociendo lo que harías te dijo: amigo adelante y se entrego al arresto por ti. ¡Ojo!, aquí no entra ningún tipo de licencia para pecar, Tu obligación es regresarle por lo menos un agradecimiento sincero, y ÉL nos ha mostrado en todas sus enseñanzas que la manera de agradecerle es seguir sus mandamientos, creer en él, y mostrarlo al mundo. Presenta y presume a tu amigo, así como presumes en tus redes los momentos que pasas con tus seres queridos, presúmele también al mundo que es tu amigo, y se dejó arrestar por ti. Pero no te quedes en presumirlo, sino en mostrarles lo que tú ahora harías por él. El pasaje muestra lo ultimo que Judas escucho de Jesús, y fue una instrucción. Ahora tú, haz lo que tengas que hacer para que no exista una última vez que hablas con él.
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